martes, 16 de abril de 2013

NO SOMOS TERRORISTAS

Tras ver reiteradas declaraciones por parte de dirigentes del PP, no he podido aguantar la tentación de escribir unas líneas...

Ahora resulta que los que defendemos el derecho a la vivienda somos los terroristas y no los que están permitiendo por acción u omisión los desahucios y que haya familias en la calle con miles de viviendas vacías en todo el estado. Recordémosle que la constitución que tanto evocan cuando les interesa consagra en el Art 47 el derecho a una vivienda digna y que los poderes públicos deben promover que esto sea asi "Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación"

Si el estado, en esta caso el gobierno del Partido Popular (anteriormente también el "socialista") no ha/esta garantizando tal derecho, es normal que los ciudadanos se organicen y reivindiquen ese derecho legítimo DE FORMA PACÍFICA. Platón o Santo Tomás de Aquino, que no son precisamente  contemporáneos, ya hablaban del derecho a la rebelión par parte del pueblo y autoriza la desobediencia civil en casos de cometerse atropellos flagrantes a  derechos fundamentales por parte del gobierno de turno.

ADEMÁS...

El derecho a la resistencia fue incluido de forma explícita en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución francesa. Pero puede considerarse que está implícito en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1776, que en su párrafo más famoso declara:

"Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad"

La Carta fundacional de las Naciones Unidas (ONU) reconoce este derecho de forma implícita, estableciendo no obstante que las partes se deben someter a las decisiones de su Consejo de Seguridad, que componen quince estados, los cinco con derecho a veto y diez más que ejercen su función por un periodo determinado y rotativo.

En la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, este derecho no es reconocido explícitamente, pero sí implícitamente en el Preámbulo:

"Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión..."


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