Con 8 o 9 años, algunos quizás menos, se les puede ver en la calle vendiendo paquetes de pañuelo o esnifando pegamento. A tan corta edad y en esa situación, sin la asistencia educativa y social, el futuro que les espera, y ya el presente, no es de lo más alentador. El crecimiento económico en la ciudad es palpable, la cadena “Hilton” ha abierto un hotel, las grandes marcas hacen su aparición por las principales avenidas ¿ha repercutido en toda la población? Parece que no.
Estas palabras no quieren hundir al lector en la más profunda melancolía, cualquier persona con un mínimo de sensibilidad social empaliza con injusticias tan patentes como esta. Es necesario un mayor compromiso y concienciación, recordemos que según los datos disponibles, y a título ilustrativo:
- Desde 2015, el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el resto del planeta.
- Actualmente, ocho personas (ocho hombres en realidad) poseen la misma riqueza que 3.600 millones de personas (la mitad de la humanidad).
- Durante los próximos 20 años, 500 personas legarán 2,1 billones de dólares a sus herederos, una suma que supera el PIB de la India, un país con una población de 1.300 millones de personas.
Según datos ofrecidos por la ONG Oxfam, el 1% de los ricos del mundo acumula el 82% de la riqueza global. Unos pocos acaparan toda la riqueza mundial. Si conseguimos aumentar el activismo (con mayúsculas), y la lucha contra la desigualdad, es posible revertir esta situación. Mi fe en el ser humano puede parecer ingenua, pero, humildemente el que suscribe considera que las buenas personas son mayoría, aunque las malas suelan hacer más ruido.
Si queremos se puede erradicar la pobreza infantil, como todo tipo de pobreza.
Juan Antonio Moreno González - Marruecos (Tánger)
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